Categorías : Mundo gastronomía 
El invierno es la época perfecta para disfrutar de guisos, estofados y braseados: platos reconfortantes que llenan la casa de aromas y sabor. En Alambique te contamos las diferencias entre estas tres técnicas de cocción lenta, cómo aplicarlas correctamente y qué resultados conseguirás con cada una.
Exploraremos las técnicas más utilizadas en este tipo de platos: brasear, estofar y guisar. Tres métodos que comparten un objetivo común —extraer el máximo sabor y ternura de los alimentos— pero que se diferencian en matices muy importantes.
A continuación, te contamos en qué consiste cada uno y cómo aplicarlos correctamente para que tus platos queden perfectos.
El braseado es una técnica clásica que combina dos tipos de cocción: seca y húmeda.
Primero, se dora la carne (u otro alimento) a fuego fuerte, para potenciar los sabores gracias a la reacción de Maillard. Este paso crea una capa exterior sabrosa y evita que los jugos se escapen.
Luego, se añaden verduras aromáticas —zanahoria, apio, cebolla, puerro— y una pequeña cantidad de líquido (vino, caldo o incluso agua). Se cuece tapado, a fuego muy lento, durante un largo tiempo, permitiendo que el vapor y el jugo del propio alimento hagan su magia.
El resultado es una carne tierna y jugosa, que prácticamente se deshace al tocarla, con una salsa concentrada y profunda.
Para el braseado conviene trabajar con piezas grandes y usar utensilios que permitan sellado, dorado y cocción lenta cerrada.
Olla de hierro fundido (forma ovalada ideal para piezas largas como jarrete u ossobuco) — excelente para mantener y distribuir calor homogéneo.
Cazuela de barro artesanal con tapa — perfecta para cocción lenta tradicional, especialmente en hornos o fuego de leña, donde la evaporación se controla.
Ejemplos clásicos: osobuco braseado, jarrete de ternera, carrilleras o un cordero al vino tinto.
_2.png)
Foto: Jarretes de cordero braseados con vermut
El estofado es una cocción húmeda y lenta, en la que los ingredientes se colocan crudos en la olla junto con el líquido (vino, agua, caldo o aceite). Se sazona, se tapa y se deja cocinar a fuego muy suave durante largo tiempo.
A diferencia del braseado, aquí no se dora la carne previamente —o se hace de forma muy ligera—, lo que da como resultado sabores más suaves y una textura melosa, en la que los ingredientes se funden entre sí.
El objetivo del estofado es obtener una carne tierna pero entera, bañada en un caldo rico y aromático que recoge toda la esencia de los ingredientes.
El estofado requiere utensilios que permitan colocar los alimentos crudos con líquido y cocer tapado a fuego muy lento.
Cazuela de hierro fundido — que conserva el calor y el esmaltado facilita limpieza; buena retención de vapor, ideal para estofar.
Cazuela de barro artesanal — barro refractario que mantiene calor lentamente y es muy adecuado para estofados tradicionales.
Cazuela de acero — ideal para pequeñas porciones de estofado o para reducir salsas del estofado.
Ejemplos: estofado de ternera, estofado de cordero, estofado de verduras o lentejas estofadas.
_3.png)
Foto: Goulash húngaro
El guiso es un concepto más genérico que abarca tanto los estofados como los braseados.
Suele comenzar con un sofrito o rehogado de cebolla, ajo, tomate o pimientos —la base de sabor—. Después se sellan o saltean los ingredientes principales (carne, pescado o verduras) y finalmente se incorpora el líquido de cocción, que puede ser vino, caldo o una combinación de ambos.
A diferencia del estofado, el guiso se cocina parcialmente destapado, lo que permite que parte del líquido se evapore y la salsa se espese de manera natural.
Los guisos admiten muchas combinaciones: legumbres, patatas, carnes, mariscos o hortalizas, y pueden ser más caldosos o más espesos, según el gusto.
El guiso es más versátil: necesita utensilios adecuados para un sofrito inicial, salteado o sellado, y luego cocción con líquido (más cantidad, parte evaporada). Así que nos puede servir una cocotte, cazuela de hierro o cazuelas tradicionales.
Ejemplos: guiso de carne, patatas guisadas, garbanzos con chorizo o guiso de sepia con guisantes.

Foto: Patatas guisadas con salmón y mejillones
┌──────────────────────────────┐ │ COCINAS LENTAS │ │ (con líquido y calor) │ └────────────┬─────────────────┘ │ ┌──────────────┼──────────────┐ │ │ ESTOFADO BRASEADO │ │ │ │ - Cocción HÚMEDA (tapada) - Cocción MIXTA (seca + húmeda) - Sin dorar o poco dorado - Se dora primero - Mucho líquido (cubre todo) - Poco líquido (1/3 o 1/2 del alimento) - Piezas pequeñas o trozos - Piezas grandes, duras - Salsa abundante y espesa - Salsa concentrada, potente - Ej: estofado de ternera - Ej: osobuco braseado │ │ └──────────────┬──────────────┘ │ ▼ GUISO (concepto general) - Incluye tanto estofados como braseados. - Siempre parte de un sofrito o rehogado. - Mezcla carnes, verduras, legumbres o patatas. - Puede ser caldoso o espeso.
Brasear, estofar y guisar son tres formas de cocinar a fuego lento que comparten la esencia de la cocina tradicional: tiempo, cariño y sabor. Cada técnica aporta su toque particular, desde la intensidad concentrada del braseado hasta la suavidad del estofado o la versatilidad del guiso.
Aprovecha el invierno para sacar la olla, encender el fuego y disfrutar del placer de cocinar despacio. Porque los mejores platos, como las mejores historias, se saborean con calma.

Y disfruta de todas nuestras novedades, ofertas y recetas gratis.