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GUÍA COMPLETA PARA HACER CONSERVAS

Categorías : Mundo gastronomía Rss feed

Hacer conservas en casa es una de esas tradiciones que nunca pasan de moda y que, lejos de ser algo antiguo, cada vez gana más seguidores. En un mundo en el que buscamos comer más natural, aprovechar al máximo los alimentos y evitar el desperdicio, las conservas caseras son la respuesta perfecta.

Preparar conservas no solo es un acto culinario: es una forma de alargar la vida de frutas, verduras y legumbres, capturando todo su sabor y propiedades para disfrutarlos durante todo el año. Además, es un ejercicio de creatividad, ya que puedes experimentar con sabores, combinaciones y texturas que no encontrarías en productos comerciales.

En nuestra tienda encontrarás todo lo que necesitas para hacerlo en casa con éxito: tarros y botellas para conservas, embudos anchos para llenar sin derrames, pinzas para manipular tarros calientes, termómetros, estameñas para gelatinas, ollas y cazos e incluso kits completos para conservas que facilitan el proceso desde la esterilización hasta el sellado final.

En esta guía te explicamos los tipos de conservas más comunes, qué frutas son ideales para conservar, consejos prácticos de seguridad e higiene, y las técnicas esenciales para esterilizar tarros y lograr un sellado perfecto.

 

Tipos de conservas caseras y sus características

Antes de lanzarte a preparar tu primera conserva, es importante entender que existen varios métodos y cada uno tiene su función y sus particularidades:

1. Mermeladas y confituras

Son las reinas de las conservas caseras. Se elaboran cociendo fruta con azúcar hasta lograr una textura espesa y brillante.

  • El azúcar no solo endulza, también actúa como conservante al reducir la actividad del agua, lo que dificulta el crecimiento de bacterias.
  • Son ideales para fresas, moras, melocotones, ciruelas o frutos del bosque en general.
  • Puedes añadir especias como canela, vainilla o cardamomo para darles un toque único.
    En algunas recetas clásicas suele usarse igual peso de azúcar que de fruta (1:1). Para reducir dulzor, se puede bajar a 60–70% del peso de la fruta si se cocina bien y se esteriliza correctamente.

Para que el envasado sea rápido y limpio, usa embudos anchos para mermelada y tarros con cierre hermético

2. Encurtidos

Elaborados con vinagre o salmuera, aportan un sabor ácido y refrescante.

  • El vinagre actúa como conservante gracias a su acidez.
  • Perfectos para pepinillos, zanahorias, cebollitas, coliflor o pimientos.
  • Puedes aromatizarlos con hierbas frescas (eneldo, romero, tomillo, laurel) y especias (pimienta, cilantro en grano, mostaza en grano).
    Se recomienda 50% vinagre + 50% agua para asegurar acidez suficiente (pH ≤ 4,6), pero para encurtidos más fuertes puede usarse hasta un 100% de vinagre.

Prueba nuestras pinzas para conservas y tarros de boca ancha para colocar fácilmente las verduras y especias.

3. Conservas de verduras o legumbres

Se preparan cocinando y envasando las verduras o legumbres en líquido, que puede ser agua, caldo o aceite.

  • Son muy prácticas para tener siempre a mano ingredientes ya listos para usar en ensaladas, guisos o platos rápidos.
  • Ejemplos: pimientos asados en aceite, garbanzos cocidos, espárragos en salmuera, tomate natural en conserva.

Una olla o cazo y un termómetro de cocina te ayudarán a asegurar la temperatura adecuada para su conservación. 

4. Conservas en almíbar

Frutas cocidas en un jarabe ligero o denso de azúcar y agua.

  • Ideales para melocotones, peras, cerezas y albaricoques.
  • Muy apreciadas en repostería y postres fríos.
  • También puedes aromatizar con canela, cardamomo, pimienta o laurel.

Utiliza botellas y tarros de vidrio resistentes al calor para envasarlas de forma segura y duradera.

 

Frutas ideales para la conservación

No todas las frutas se comportan igual a la hora de conservarlas. Algunas mantienen mejor su textura, sabor y color después del proceso:

  • Frutas de hueso: melocotones, ciruelas, cerezas, albaricoques. Son aromáticas y firmes, lo que las hace perfectas para mermeladas o en almíbar.
  • Frutas del bosque: fresas, frambuesas, moras, arándanos. Su sabor intenso y color vibrante las convierte en candidatas ideales para mermeladas y compotas.
  • Frutas tropicales: piña, mango, papaya. Ideales para chutneys o compotas exóticas.
  • Manzana y pera: muy versátiles; funcionan bien tanto en compotas suaves como en chutneys especiados.
  • Cítricos: naranja, limón, pomelo. Su piel y pulpa permiten preparar mermeladas, confituras y conservas aromáticas.

 

 Consejos prácticos y de seguridad

El éxito de una conserva no depende solo del sabor, sino también de su seguridad alimentaria. Una conserva mal hecha puede estropearse e incluso ser peligrosa para la salud. Por eso:

  1. Usa siempre tarros y tapas en perfecto estado. Si presentan óxido, grietas o deformaciones, no los utilices.
  2. Limpia a fondo todos los utensilios antes de empezar. Esto incluye cuchillos, tablas de cortar, cazos y embudos.
  3. Esteriliza los tarros antes de introducir la conserva y si vas a conservar mas de 1 mes pasteuriza o esteriliza después de embotar.
  4. Respeta las proporciones de azúcar o vinagre que marca la receta, ya que son clave para la conservación.
  5. Etiqueta claramente cada tarro con el contenido y la fecha de elaboración.
  6. Guarda las conservas en un lugar fresco, seco y oscuro para que mantengan sus propiedades durante más tiempo.

Técnicas para un buen sellado

  • Llenado correcto: Deja siempre un espacio libre de 1-2 cm entre el alimento y la tapa.
  • Cierre firme, pero sin forzar: Esto permite que el aire salga durante el procesado y cree el vacío.
  • Enfriado boca abajo: Facilita el sellado y crea presión interna para un cierre más seguro.
  • Revisión final: Una vez fríos, comprueba que la tapa esté hundida hacia dentro y no se mueva al presionarla. 

Cómo saber si una conserva está bien sellada

  • Prueba del “clic”: Presiona el centro de la tapa; si está hundida y no hace clic, está bien sellada.
  • Resistencia al abrir: Al destapar, debe escucharse el característico “pop” del vacío.
  • Inspección visual: La tapa debe estar lisa y sin deformaciones.

Si una conserva no pasa estas pruebas, refrigérala y consúmela en pocos días.

Hacer conservas caseras es un proceso creativo y satisfactorio que nos conecta con la cocina más auténtica. Nos permite aprovechar los productos de temporada, reducir el desperdicio y disfrutar todo el año de sabores que nos encantan.
Siguiendo estas recomendaciones y cuidando la higiene, la esterilización y el sellado, tus conservas serán seguras, deliciosas y dignas de compartir e ¡incluso regalar!

Te dejamos este link donde hablamos sobre Cómo esterilizar tarros de cristal

Descarga nuestro Ebook de Conservas completamente GRATIS!

Si tiene cualquier duda, estaremos encantados de ayudarte y asesorarte en nuestra tienda física en Plaza de la Encarnación, 2 en Madrid. O a través de los teléfonos 915474220 y 915597858. 

Visita nuestra web Alambique.com donde encontrarás todos los productos perfectos para hacer conservas!

 

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