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Las tartaletas son siempre un comodín que podemos utilizar para nuestros aperitivos o postres. Se pueden hacer con antelación y eso te puede salvar en más de una ocasión.
190 g de harina
120 g de mantequilla fría
Una pizca de sal
2 cucharada sopera de azúcar glass
1 cucharada sopera de agua bien fría
1 yema de huevo
1 clara semi-batida para pintar las tartaletas ya horneadas
Azúcar glass para espolvorear las tartaletas una vez horneadas
1.- Poner en un cuenco los ingredientes secos (harina, sal y azúcar glas) pasados previamente por un tamizador y mezclar bien.
2.- Incorporar la mantequilla, que debe estar muy fría, cortada en dados medianos.
3.- Mezclar los trocitos de mantequilla con el resto de ingredientes, primero con las yemas de los dedos o un estribo, aplastándolos contra el bol y luego con las manos, como si nos las frotamos. Deben quedar como migas finas.
4.- Añadir la yema de huevo semibatida con la cucharada sopera de agua fría e integrar con los dedos, sin amasar.
5.- Juntar y apretar bien hasta formar una galleta.
6.- Es importante recordar que la masa quebrada, cuanto menos se trabaje mejor, así que nunca hay que amasarla.
7.- Después, poner la masa entre 2 hojas de papel de horno o film transparente y estirar con un rodillo. Lo bueno de estirar la masa entre 2 films o papel de horno es que no se pega al rodillo y no manchamos la encimera, así no necesitamos espolvorear con harina la masa antes de estirar.
8.- Calcular el cortapastas que se necesita para cubrir los moldes individuales de silicona que vamos a usar para hacer las tartaletas y cortar los círculos. Lo mejor es tener un juego de cortapastas para poder usar el tamaño que necesitemos según la ocasión.
9.- Forrar los moldes de silicona con los círculos de la masa y asentar bien en cada uno. Pinchar con un tenedor cada tartaleta para que no haga burbujas al hornearlas.
10.- Meter en el congelador 10 minutos. Si se hace la víspera, se puede dejar en la nevera tapadas con film transparente o papel de aluminio.
11.- Hornear con el horno precalentado a 180ºC, durante 10 minutos o hasta que empiecen a coger color.
12.- Sacar del horno y desmoldar.
13.- Dejar enfriar y pintarlas con un pincel con la clara de huevo semi-batida, ya que de esta manera se forma una película para que la crema de limón, que vamos a poner en esta ocasión, no la humedezca. 14.- Cuando estén secas, se espolvorean con un espolvoreador de azúcar glas.
Así ya estarían listas para rellenarlas con crema de limón, merengue y frambuesas, crema pastelera y moras, crema de chocolate...y lo que más os guste.
Recuerda que si se hacen con tiempo, se conservan ya horneadas al menos una semana, en una lata o bote hermético bien cerrado.
Esta receta tan versátil es de nuestra profesora Carmen Argumosa
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