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En la cocina hay algunos básicos que todos necesitamos tener, independientemente de las capacidades culinarias de cada uno. Las tablas de corte son uno de estos básicos y a la hora de comprarlas todos tenemos las mismas dudas: qué tipos hay y cuáles son mejores.
Para intentar ayudarte, esta semana os hablamos más sobre ellas.
La clasificación es rápida, ya que solo depende de los materiales en los que estén fabricadas.
Teniendo en cuenta esto, en el mercado podremos encontrar tablas de madera, tablas de polietileno, tablas de cristal y tablas de mármol.
Las tablas de plástico o más concretamente de polietileno son unas de la más populares actualmente. Son cómodas debido a que no son muy pesadas y se pueden lavar en el lavavajillas. Además son más baratas y no dañan el filo de los cuchillos. Se fabrican en distintos tamaños y colores, lo que permite tener una para cada tipo de alimento.
Actualmente en restauración son las que se emplean por medidas de higiene y siempre se sigue el mismo código:
Y aunque en principio, todo parecen ventajas, lo único que podemos decir en contra de ellas es que al pesar menos siempre hay que poner un paño húmedo debajo para evitar que se muevan y que visualmente, no tienen el encanto del resto.
Debido a su aspecto, las tablas de madera redonda no solo servirán para el corte, si no que en muchas ocasiones, las llevaremos a la mesa para que luzcan y realcen ciertos productos o platos.
Hay muchos tipos de madera pero las más empleadas son el olivo, el mango, la acacia, el haya, el arce,… siendo la dureza, la característica que las diferenciará (las de olivo y acacia son las más duras). Las tablas de madera frecuentemente se pueden adecuar a más de una función ya que se pueden usar por las dos caras. Por ejemplo, la tabla de madera de trinchar tiene una cara lisa para cortar y un reverso adecuado para trinchar, en el que viene un anillo de acero inoxidable con pinchos para asegurar piezas de carne o aves y que no se muevan al trinchar. También cuenta con un acanalado y un pequeño depósito cerca del borde para acumular los jugos que salen al cortar. Otro ejemplo son las tablas de pan que tienen un lado liso y otro con rendijas sobre un depósito para acumular las migas y no dejar manchada la superficie sobre la que estemos trabajando.
En general, las tablas de madera no deslizan sobre las superficies, lo que las hace más cómodas. Y siempre que las tratemos correctamente, duran más tiempo, adquiriendo pátina y belleza con el uso.
En contra de lo que muchos creen, la madera es más higiénica que otros materiales ya que debido a la estructura de su composición, permiten que las bacterias que penetren en ellas, no vuelvan a la superficie, evitando así el riesgo de contaminación.
Para mantenerlas como nuevas el mayor tiempo posible, será necesario lavarlas rapidamente en agua tibia y secarlas inmendiatamente después de cada lavado. De vez en cuando, conviene hacerles una limpieza más en profundidad pasando por la superficie medio limón, ya que el ácido destruirá las bacterias. Además, en las de olivo será adecuado hidratarlas con un poco de aceite de oliva de manera habitual, para que no se abran con el tiempo y en el resto de maderas se puede dar una capa de aceite especial para el mantenimiento de las tablas.
Las tablas de madera jamás se deben dejar a remojo o en contacto con agua más de lo estrictamente necesario y por supuesto, no son aptas para lavavajillas.
Realmente el uso de las tablas de mármol y cristal es más decorativo y para presentación, que de corte; ya que debido a la dureza de estos materiales, es muy fácil dañar el filo de los cuchillos al cortar en ellas.
Eso sí, serán imbatibles a la hora de mantenerse en perfecto estado a lo largo de los años, siempre que no les demos un mal golpe.
A gusto y necesidad del consumidor, ya que cada uno tendrá una respuesta, según sus preferencias y si estas premian la comodidad, la decoración o un equilibrio entre ambas.
Lo ideal de cualquier manera, es tener mínimo un par de tablas distintas para poder separar el corte de los alimentos crudos de alimentos preparados y evitar posibles problemas de contaminación.
Y luego ya elegir las que más te gusten si las vas a usar para presentar, ya que unos buenos quesos figurarán el doble presentados en una bonita tabla.
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