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Si alguien no es fan del chocolate, ¡qué hable ahora o calle para siempre!
Nosotros nos declaramos fans incondicionales de este ingrediente cuya versatilidad destaca, incluso, por encima de su sabor. Pero ¿y si lo juntamos con dulce de leche, plátano caramelizado y un buen crumble? La cosa es incluso mejor.
Así que, prepárate, porque aquí viene una receta que te hará quedar genial en todas tus cenas a partir de ahora.
50 g de azúcar moreno
50 g de harina floja
50 g de harina de almendra
50 g de mantequilla
Una pizca de sal
80 g de azúcar
80 g de nata
50 g de mantequilla
12 g de mantequilla clarificada
1 g de sal en escamas
2 g de gelatina
100 g de azúcar
150 g de mantequilla
2 plátanos
300 g de nata 35 MG
225 g de cobertura negra 65%
100 g de leche
1. Ponemos la mantequilla fría cortada en daditos y la mezclamos con el resto de ingredientes, hasta conseguir una “arena”.
2. Metemos al horno a 160ºC hasta dejarlo completamente seco.
1. Hagamos mantequilla clarificada: la mantequilla contiene agua, grasa y proteínas, mientras que la mantequilla clarificada no es más que la grasa pura de la mantequilla. Para conseguirla, puedes poner a calentar unos cubos de mantequilla a fuego medio, sin subir el fuego, veremos que se crea una capa de espuma y “grumos”.
2. Una vez se crea esa capa, apagamos el fuego y, con una cuchara, retiramos toda la espuma. Pasamos el resultado por un colador lo más fino posible, tipo estameña. El resultado es la mantequilla clarificada, que sería esa grasa de un color amarillo. Reservamos.
3. Vamos a seguir preparando un caramelo en seco: vertiendo el azúcar en un cazo, para que caramelice.
4. Desglasamos, es decir, añadimos un líquido para despegar bien lo que hemos cocinado, con la nata caliente y las mantequillas.
5. Añadimos a nuestro caramelo la sal y la gelatina.
6. Enfriar y escudillar (pasar a una fuente).
1. Volvemos a preparar un caramelo en seco.
2. Desglasamos con la mantequilla, es decir, gracias a la mantequilla se despegará todo el caramelo que había adherido a la superficie del cazo en el que tenemos nuestro caramelo.
3. Troceamos el plátano y lo caramelizamos durante unos 15 segundos.
1. Ponemos a hervir la leche.
2. Vertemos la leche hirviendo sobre la cobertura negra y emulsionamos, sin dejar de remover.
3. Montamos la nata y la añadimos a la mezcla de cobertura y leche e integramos todo removiendo hasta que adquiera una contextura más bien espesa. Metemos en la nevera.
1. En un vaso de cristal, colocamos el crumble en el fondo.
2. Después, con ayuda de una manga pastelera, ponemos una capa de toffee.
3. Añadimos los plátanos caramelizados y terminamos con una buena capa de mousse de chocolate. Podemos coronarlo con una lámina de chocolate por encima.
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