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El batch cooking se ha convertido en una de las técnicas más populares para organizar las comidas de la semana. Consiste en cocinar en pocas horas varios platos o preparaciones que luego se conservan para consumir en los días siguientes. Gracias a este método, ahorramos tiempo, reducimos el desperdicio de alimentos y conseguimos una alimentación más equilibrada sin complicaciones diarias.
Sin embargo, aunque es una práctica muy útil y saludable cuando se hace bien, también puede conllevar riesgos si no se aplican las pautas correctas de higiene, conservación y elección de recetas.
Hemos consultado con nuestra profesora Susi Sesé, quien impartirá el próximo 30 de septiembre una sesión sobre Batch cooking: prepara tu menú semanal. Aquí te explicamos los riesgos de levar a cabo mal el batch cooking.
El mayor riesgo son las intoxicaciones alimentarias. Estas pueden aparecer cuando los platos no se enfrían correctamente, se almacenan en recipientes inadecuados o se mantienen más tiempo del recomendado. Guardar comida caliente en la nevera, descongelar a temperatura ambiente o recalentar varias veces el mismo plato son errores muy comunes que favorecen el crecimiento de bacterias como salmonella, listeria o E. coli.
Otro riesgo es preparar recetas poco adecuadas para conservar, como mayonesas, ensaladas frescas, frituras o platos con hojas verdes y huevo crudo, que se deterioran rápidamente.
Además, recalentar varias veces no solo reduce las vitaminas y nutrientes, sino que multiplica las probabilidades de contaminación.
El error más frecuente es no planificar. Esto suele generar platos repetitivos, poco equilibrados y aburridos. También se suelen preparar recetas que no resisten bien varios días, como ensaladas frescas o frituras.
Otro fallo común es enfriar mal los alimentos. Lo correcto es dejar enfriar a temperatura ambiente, pero nunca más de dos horas, y después llevarlos a la nevera. Guardarlos en envases grandes también es un error: lo recomendable es dividir en porciones para facilitar su consumo y evitar recalentar todo el lote varias veces.
Finalmente, muchos olvidan etiquetar los recipientes con la fecha de cocinado y de caducidad. Esto lleva a consumir platos fuera de tiempo y aumenta el riesgo de intoxicación.
La más grave es una intoxicación alimentaria. Puede deberse a bacterias, a contaminación cruzada o a una mala conservación. Pero también aparecen consecuencias menos graves aunque igualmente molestas: texturas desagradables (arroz seco, pasta blanda, verduras aguadas), sabores deteriorados, olores indeseados y, en consecuencia, desperdicio de comida, frustración y pérdida de dinero.
Lo más recomendable es que sean recipientes transparentes, resistentes a cambios de temperatura, y siempre en formato individual o por las raciones que usamos habitualmente en casa.
Recordemos: el congelador no elimina bacterias, solo frena su crecimiento. Por eso es clave enfriar bien los alimentos antes de congelarlos.
El batch cooking es una herramienta fantástica para ahorrar tiempo, comer mejor y reducir desperdicios, siempre que se haga con planificación, higiene y buenas prácticas. Con recipientes adecuados, organización y respeto por las normas básicas de conservación, podrás disfrutar de todas sus ventajas sin correr riesgos.
Evita los errores más comunes y aprovecha al máximo los beneficios del batch cooking. Si quieres equiparte con los mejores recipientes, utensilios y accesorios para organizar tus menús semanales, en alambique.com encontrarás todo lo que necesitas.
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