Categorías : Carnes y Pescados , Conoce tus utensilios de cocina
Esta semana nos adentramos en la cocina marroquí y más concretamente en el uso del tajine.
Por si aún no lo conoces o si te quieres comprar un tajine marroquí, te contamos algo sobre él y te compartimos una excelente receta para que puedas comenzar a usarlo.
El tajine es un recipiente compuesto por un plato hondo que se cubre con una tapa con forma de “chimenea”. De manera tradicional es de barro aunque en la actualidad, también hay tajine para inducción o tajine para vitrocerámica en los que el plato es de hierro fundido.
Eso si, al igual que ocurre con otros utensilios, también da nombre a la comida que se hace en él.
Aunque es originario de Marruecos también se emplea en otros países árabes y su uso cada vez esta más extendido a lo largo de todo el mundo.
Su ventaja principal a la hora de emplearlo es que los alimentos que cocinamos en él mantienen todo su jugo gracias a la forma cónica de su tapa, ya que esta permite concentrar en su interior la humedad durante la cocción.
Además, debido también a su forma y los materiales en los que suele estar fabricado, conserva muy bien el calor y por tanto, esto permite mantener los alimentos calientes una vez que los vayamos a llevar a la mesa.
Una vez que tenemos definido el utensilio, es momento de pasar a la acción con una estupenda receta en la que el pollo y las especias van a ser las protagonistas.
1,5 kg de pollo (contra muslos deshuesados y sin piel)
4 cebollas dulces
Un buen puñado de ciruelas pasas sin hueso (200 g)
Agua de azahar para hidratar las ciruelas y pulverizar al servir
Semillas de sésamo tostado
2 cucharadas soperas de concentrado o pasta de tomate
1 cucharada de café de comino molido
1 cucharada de café de pimentón dulce sin ahumar 1 cucharada de café de cilantro en polvo
1/2 cucharada de café de jengibre en polvo
1/2 cucharada de café de pimienta negra molida
1 cucharada de café de canela en polvo
1 rama de canela
1 cuchara de café de cúrcuma
1 cuchara de café de ras el hanout
Sal
1 cucharada sopera de cilantro fresco picado
Ghee (mantequilla clarificada) o smen (mantequilla rancia)
Agua
Aceite de oliva
Aceite de argán (opcional) para servir únicamente
1.- Cortar las cebollas en juliana y reservar.
2.- Cortar los contramuslos en dos, siempre dejando trozos grandes ya que luego reducen de tamaño al cocinarse.
3.- Hidratar las ciruelas en una mezcla de agua con agua de azahar y mientras tanto comenzar a cocinar.
4.- En la base del tajine, poner una cucharada sopera de ghee y un chorrito de aceite de oliva y dorar los trozos de pollo salpimentados a fuego fuerte.
5.- Retirar el pollo, bajar el fuego y saltear la cebolla 3/5 minutos. Será la cama y la base de nuestro tajine e ingrediente fundamental para este tipo de plato.
6.- Añadir el concentrado de tomate y colocar los trozos de pollo sobre la cebolla.
7.- Después incluir las especias indicadas, la mitad de las ciruelas hidratadas escurridas y unos 30 cl. de agua.
8.- Aquí podríamos añadir verduras, vegetales o patatas a nuestro antojo colocados sobre el pollo.
9.- Cubrir con la tapa o chimenea y dejar a fuego suave una hora y media más o menos.
10.- Escurrir el resto de ciruelas y rebozarlas en sésamo tostado para decoración posterior.
11.- Dorar almendras repeladas en ghee sin que se tuesten demasiado, dejar enfriar en papel de cocina y salar inmediatamente.
12.- Una vez transcurrido el tiempo, levantar la chimenea, añadir el cilantro fresco picado, un chorrito de aceite de argán, sésamo tostado y las almendras doradas.
El tajine se acostumbra a comer con pan, directamente del recipiente y sin cubiertos.
Esperamos que la receta de Belén Feres te haya gustado y como siempre te indicamos, si nos sabes dónde comprar un tajine y quieres que te ayudemos, solo tienes que pasarte por nuestra tienda física (Plaza de la Encarnación 2, Madrid) o contactarnos a través de nuestra web.
Y disfruta de todas nuestras novedades, ofertas y recetas gratis.