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Seguimos con el hojaldre como ingrediente principal de nuestros platos. Esta vez vamos a decantarnos por un milhojas de limón, una receta que une la dulzura y la acidez y que gusta a todos los que lo prueban.
¡Vamos a por ello!
1 kg de harina
20 g de sal
500 g agua fría
400 g de mantequilla
300 g de leche
200 g de zumo de limón
4 yemas
120 g de azúcar
45 g de harina
50 g de mantequilla
250 g de fresas/frutos rojos
150 g de clara de huevo
300 g de azúcar
Se mezcla la harina y 200 g de mantequilla cortada en trozos gruesos. Se añade la sal y luego el agua.
Se hacer una pelota, se cubre y se deja reposar en un bol a temperatura ambiente durante 1h.
Se golpea y se extiende los 200 g de mantequilla hasta dejar un rectángulo de un dedo de espesor.
Se extienden, con la ayuda de un rodillo hasta obtener una plancha homogénea.
Se da una doble vuelta, a la masa.
Se extiende sobre una superficie de trabajo enharinada.
Se disponen las planchas de mantequilla sobre dos tercios de la superficie de masa.
Se dobla en tres.
Se gira 1/4 de vuelta.
Se extiende otra vez en una plancha y se dobla en cuatro.
Se da 1/4 de vuelta.
Se extiende otra vez en forma de cinta.
Se vuelve a doblar en cuatro pliegues, para darle otra «doble vuelta»
Se envuelve en papel film para evitar que se forme una costra y se deja reposar en la nevera durante 1h. Se utiliza el mismo día o se congela.
Se hornea durante 20 minutos, más o menos, a 180ºC.
Se separa en tres trozos la masa y se envuelve por separado en film o aluminio.
Se saca la masa del congelador 24h antes de utilizarla y darle dos vueltas dobles antes de usarla. Emplatado.
Se cuece la leche.
Blanquear los huevos con el azúcar y se agrega la harina.
Agregar el zumo de limón.
Espesar todo al baño maría, removiendo constantemente y emulsionar con mantequilla.
Dejar enfriar.
Preparar un sirope con el azúcar, dejar que suba a 120ºC. Batir las claras a punto de nieve y agregar poco a poco el sirope.
Se corta el hojaldre del tamaño del molde que vamos a utilizar.
Se coloca una primera capa de hojaldre. Sobre esta, se hacen capas con la crema de limón y las frambuesas frescas.
Se siguen haciendo capas hasta que se llega al borde superior del molde. Se tapa con otra placa de hojaldre y se "aplasta" para compactar.
Se desmolda.
Se decora con el merengue, con la ayuda de una manga pastelera. Y se quema ligeramente con un soplete.
Para finalizar, se decora con unas cuantas frambuesas más. Además, como toque extra, se puede añadir un toque de pan de oro, que le dará un aspecto más lujoso.
¡Ya sólo queda disfrutar!
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