Categorías : Aperitivos y Tapas , Recetas
Ha llegado la vuelta a la rutina y, con ella, las prisas. Esas que a veces nos llevan a picar algo rápido sin mucho valor nutricional en un momento de hambre. Por eso, os traemos un snack sencillo y delicioso, impartido en una de nuestras clases que, además, no contiene gluten, lactosa ni ingredientes de origen animal, es decir, ¡es apto para todos los gustos y paladares!
225 g de garbanzos
2 cucharadas sopera de aceite de oliva
½ cucharada de postre de cúrcuma molida
¼ cucharada de postre de pimienta negra molida
½ cucharada de postre de hinojo molido
1 cucharada de postre de sal marina
1. Remojar los garbanzos durante la noche en un bol grande.
2. Al día siguiente, escurrir y quitar el exceso de humedad espaciándolos sobre un paño de cocina.
3. Precalentar el horno a 200ºC.
4. Cubrir una bandeja de horno grande con una tela de hornear o silpat. También puedes usar papel sulfurizado.
5. Extender los garbanzos por toda la bandeja, repartiéndolos bien y dejando espacio entre ellos.
6. Hornear durante 30-45 minutos, moviéndolos de vez en cuando con ayuda de una espátula.
¡Ojo! Es importante tener cuidado al abrir el horno, ya que el contraste de temperatura puede hacer que salten; es preferible abrir un poco el horno y cuando se vea que no salta ninguno, se puede abrir del todo y removerlos.
7. Los garbanzos estarán listos cuanto estén crujientes, puedes comprobarlo tratando de apretar uno con tu espátula.
8. Una vez listos, sacar del horno asegurándose antes de que no saltan y rociar con el aceite de oliva.
9. Mezclar todos los garbanzos para que se empapen del aceite y espolvorear con las especias y la sal.
10. Remover bien para que las especias cubran todos los garbanzos y dejar enfriar antes de servir en una bonita fuente.
11. ¡Ya tienes listo este snack fácil, saludable y para toda la familia!
Receta de Vanessa Losada.
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