Cazuela de barro de ración

Cazuela de barro de ración o paellera elaborada artesanalmente en barro zamorano es ideal para cocinar pequeñas raciones (gambas al ajillo, angulas ...) y para servir una variedad de platos: guisos, arroces, cazuelas, estofados.  Las cazuelas de barro son perfectas para platos que requieren cocción lenta y uniforme. Gracias a al barro zamorano con el que están fabricadas retienen el calor de manera uniforme, permitiendo una cocción lenta y una distribución uniforme del calor a los alimentos.

Podrás encontrar esta cazuela baja de barro en tres tamaños individuales. También existe en grandes tamaños para servir a varias personas y para elaborar arroces.  Todas ellas están realizadas con el mejor barro refractario zamorano y esmaltadas con un esmalte libre de plomo.

La cazuela de barro es apreciada por su capacidad para conservar el calor y cocinar los alimentos de manera uniforme, ayudando a realzar los sabores y texturas de los platos. Además, es resistente y duradera, y puede utilizarse tanto en el horno como en la cocina, aunque es importante destacar que para las cocinas de inducción es necesario usar siempre una placa para adaptadora a inducción.

Estas piezas únicas de barro artesanal están realizadas a mano, una a una con las técnicas tradicionales (técnica de urdido) y las manos expertas de una familia alfarera. Se cuecen a 1050ºC durante 45 minutos, lo que les permite cocinar y resistir altas temperaturas. Además los esmaltes están libres de plomo.

Su uniformidad y belleza se debe a su conocimiento y practica - las piezas están elaboradas por una familia con recorrido y un estilo propio, no por aprendices que cambian periódicamente.

El barro refractario utilitario no aguanta  cambios bruscos de temperatura,  si la cazuela está muy caliente no se debe poner sobre una superficie fría de piedra o meterla bajo el chorro de agua fría ya que se puede romper debido al choque térmico.

Conviene limpiar la cazuela antes del primer uso y sumergirla en agua al menos 6h y de preferencia una noche antes de usarla por primera vez para que el barro hidrate. Si no la usamos durante largo tiempo y vivimos en un lugar seco conviene volver a hidratar el barro antes de usarlo.

Al ser un material poroso, no conviene almacenar los utensilios de barro en armarios cerrados, si no en estanterías donde el aire circule libremente. 

Se pueden lavar en friegaplatos ocasionalmente pero es recomendable lavar a mano.