Cacerola Antiadherente Le Creuset de Aluminio Anodizado con Tapa

Cacerolas Le Creuset antiadherentes de aluminio anodizado.  Bonito y practico diseño,  ofrecen excelentes resultados de cocción. Con un acabado antiadherente ultra resistente que permite  cocinar sin que nada se pegue y facilita la limpieza.

Las cacerolas antiadhentes Le Creuset ofrecen gran durabilidad y mantienen siempre su forma. Están hechas de aluminio anodizado forjado, tratado especialmente para dar un fuerte y robusto acabado y así soportar las demandas del uso diario. Para saber mas del aluminio anodizado ver guia de compra de utensilios de cocina en el blog bajo "Conoce tu cocina". 

Gracias al diseño y los materiales utilizados en estas cacerolas los resultados de cocción son excelentes. Cada cacerola difunde el calor uniformemente sin áreas de sobrecalentamiento. El aluminio es un excelente difusor de calor y por ello ahorra energía. Sólo necesita cocinar a calor bajo o medio. Los mangos y asas son de acero inoxidable con remaches de aluminio.

La cacerola antiadherente le Creuse se puede lavar en el lavavajillas.

Va al  horno hasta 260ºC. Las tapas de cristal también pero sólo hasta 170ºC.

Las cacerolas son aptas para cualquier fuente de calor incluyendo la inducción debido al disco de acero inoxidable encapsulado en la base de la cacerola. No son aptas para usar en el microondas.
 

• Diámetro 24cm, capacidad 6L

En 1925, dos industriales belgas se reunieron en la Expo de Bruselas: uno, especialista en esmaltado; el otro, experto en fundición. Juntos “descifraron el código” para esmaltar hierro fundido y llenar las cocinas de color.

Juntos, los fundadores de Le Creuset marcaron el comienzo de una nueva era en el menaje de cocina.

Después de su primera reunión, Armand Desaegher y Octave Aubecq acordaron colaborar y definieron el proceso básico de producción de la cocotte de hierro fundido esmaltado que aún usamos en la actualidad. Cuando crearon un prototipo funcional en 1925, nació Le Creuset.

La pareja estableció una fundición en el pueblo de Fresnoy-le-Grand, a unas dos horas al norte de París. La fábrica se encuentra en un cruce de rutas de transporte, lo que facilita el suministro del hierro, el coque y la arena necesarios para la producción.

Volcánico, el primer color de esmalte de Desaegher y Aubecq, inspirado en el tono naranja incandescente que presenta el hierro fundido líquido en el interior de los moldes de fundición, se ha convertido en su color insignia, si bien hoy en día Le Creuset varía y actualiza sus colores cada temporada.