Copa Gin Tonic/Vino Cristal de la Granja - 2 Unidades

Copa gin tonic de cristal artesano de reconocida calidad elaborado en la famosa Real Fábrica de Cristales de la Granja.

Es una copa balón muy versátil que podrás utilizar para tomar un gin tonic o como copa de vino para vinos tintos ya que su diseño amplio en cuanto a diámetro y volumen, te permite girar el vino con soltura en la copa, permitiendo que los aromas se liberen fácilmente y se oxigene el vino.   

Copa de diseño impecable del cual destaca el volumen de su depósito, su original  tallo 'torciné' tan llamativo y base cónica.

La Real Fábrica de Cristales de la Granja es la reconocida manufactura española de cristal artesano que desde el siglo XVIII, mantiene los mismos procesos de creación artesanal con caña de soplar complementado con la ayuda de moldes. 

La alta calidad del cristal de la Granja y la destreza de los artesanos de sus talleres hacen que las piezas de cristal creadas en ella sean tan apreciados y de gran fama nacional e internacional. 

La Real Fábrica de Cristales de La Granja, nacida con la nueva dinastía borbónica, constituyó uno de los ejemplos de manufacturas reales más importantes de toda la España dieciochesca. Como el resto de manufacturas reales, la Real Fábrica de Cristales de La Granja se enmarca dentro del reformismo borbónico cuyo objetivo era reducir la masiva importación de objetos suntuarios extranjeros mediante el fomento y la protección de la industria nacional. Con estos mismos objetivos se establecieron una serie de manufacturas: Real Fábrica de Cristales de La Granja, de Tapices de Santa Bárbara, de Porcelana del Buen Retiro, etc., en las que se invirtió en la adquisición de tecnología y personal especializado extranjero. El principal objetivo de estas manufacturas era abastecer de objetos suntuarios a la corte  de forma que pudiera emularse el lujo de los Palacios europeas con una fabricación y desarollo artesano y artístico nacional.  

En estas prestigiosas manufacturas se dieron cita los avances tecnológicos y artísticos más relevantes y ambiciosos de toda la Europa ilustrada, se utilizaron máquinas hidráulicas accionadas por grandes norias giratorias que daban movimiento a telares de pulidores y raspadores para desbastar las lunas de vidrio, máquinas que agilizaban los acabados de las piezas, ajustando tapones, quitando puntiles o realizando roscas; es decir, una verdadera tecnología punta, a la altura de los países vidrieros más avanzados del momento. Hoy en día producen unas cristalerías y vidrios artesanos a la altura de los mas apreciados en el mundo.