Nivel principiante
Curso demostrativo de cocina americana, pensado para los amantes de esta cocina que quieren aprender la cocina de Nueva Orleans, también conocida como NOLA, en el que aprenderás a elaborar 4 especialidades de esta particular gastronomía.
La cocina cajún es una tradición culinaria originaria de los acadios, un grupo de colonos franceses que se establecieron en la región de Acadiana, en el sur de Luisiana, Estados Unidos, después de ser expulsados de lo que hoy es Canadá. Esta gastronomía es conocida por su uso audaz de especias y por su enfoque rústico y sencillo en la preparación de los alimentos, famosa por su sabor audaz y especiado.
En esencia, esta gastronomía es un reflejo de la rica herencia cultural de los descendientes de los colonos franceses en Luisiana, combinando ingredientes y técnicas de diversas influencias, incluida la africana, caribeña y española, creando una cocina vibrante y única.
Para guiar a los participantes contamos con Matthew Scott, arquitecto de formación y cocinero de vocación. Se enamoró de la ciudad de Madrid cuando vino a estudiar arquitectura y, posteriormente, fue en Francia cuando descubrió su pasión por la cocina mientras estudiaba y trabajaba como cocinero privado. Tras investigar el gusto gastronómico de los españoles, abrió su restaurante, Gumbo.
¿Estás listo para disfrutar de tus recetas de la cocina americana de Nueva Orleans y Luisiana? Sigue leyendo y descubre todo lo que vas a hacer y aprender más abajo en la sección
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Este es un curso de nivel principiante; su objetivo es que aprendas las bases fundamentales de la cocina NOLA, mientras pasas un rato divertido. Haremos entrega de un delantal que podrás llevarte a casa.
Una manera fácil de describir las dos cocinas es considerar la cocina criolla como "comida de la ciudad", mientras que la cocina cajún a menudo se conoce como "comida de campo". Muchos de los ingredientes de los platos cajún y criollos son similares, la verdadera diferencia entre los dos estilos es la gente que prepara de estas famosas cocinas.
La cocina criolla por lo general usa tomate, la cajún rara vez – quizá solo en la salsa picante.
La palabra "Cajún" se origina en el término "les Acadiens", que se utilizó para describir a los colonos franceses que se establecieron en la región de Acadia de Canadá. Con la conquista británica de Acadia en la década de 1700, los acadianos fueron expulsados. Muchos acadianos se establecieron en la región pantanosa de Luisiana que hoy se conoce como Acadiana. Eran un pueblo ingenioso que combinaba las llanuras, los pantanos y la caza salvaje del sur de Luisiana con su proximidad al Golfo de México para crear una cocina local única. La comida cajún es famosa por estar muy bien condimentada, lo que a veces se malinterpreta como picante y proviene de mucho más que una gran cantidad de cayena. La mayoría de los platos comienzan con una mezcla de verduras basada en el mirepoix francés. “La santísima trinidad de la cocina cajún” utiliza cebolla, apio y pimiento morrón (en lugar de zanahorias) para proporcionar una base de sabor para muchos platos. El ajo, pimentón, tomillo, lima (hojas de sasafrás molidas), perejil, cebollas verdes y mucho más son ingredientes muy comunes en las cocinas cajún.
El término criollo describe la población de personas que nacieron de colonos en la Luisiana colonial francesa, específicamente en Nueva Orleans. En el siglo XVIII, los criollos estaban formados por los descendientes de la clase pudiente francesa y española que gobernaba la ciudad. A lo largo de los años, el término criollo creció para incluir a los esclavos nativos de ascendencia africana, así como a las personas de color libres. La comida criolla es una mezcla de las diversas culturas de Nueva Orleans, incluidas la italiana, española, africana, alemana, caribeña, nativa americana y portuguesa, por nombrar algunas. La cocina criolla se considera algo más sofisticada que la cajún. Tradicionalmente, los esclavos en las cocinas de los miembros acomodados de la sociedad preparaban la comida. Debido a la mayor abundancia de tiempo y recursos, los platos incluyeron una variedad de especias de varias regiones además de cremas sopas y salsas. Una remoula de, por ejemplo, que consta de casi una docena de ingredientes, normalmente no se encuentra en la cocina cajún. La cocina criolla tiene algo más de variedad, debido al acceso más fácil que tenían los criollos a ingredientes exóticos y la amplia mezcla de culturas que contribuyeron a su cocina.
Matthew es arquitecto de formación. Vino a estudiar arquitectura a Madrid y se enamoró de nuestra ciudad, a la que volvería años más tarde.
Fue en Francia, mientras compaginaba la arquitectura con el trabajo de cocinero privado por las tardes, donde descubrió su verdadera vocación: la cocina.
Después de varios años investigando el paladar español en Madrid y trabajando en varios restaurantes, decidió abrir el suyo propio: "Gumbo", donde recreaba los platos de su Nueva Orleans nativa como el jambalaya, el gumbo y el etoufée de cangrejo de río. Su "Sweet Potato Pecan Pie" es espectacular.
Sus clases de wok, son únicas en Alambique desde hace varias temporadas aunque ahora nos muestra otra de sus facetas teniendo en cuenta que es terapeuta gestalt.
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Tenemos varios tipos de actividades, estructuradas según el profesor estime cuál es la manera óptima de comunicar su conocimiento.
En las clases demostrativas no cocinas, ya que están enfocadas en cubrir mucho contenido sobre teoría, recetas, técnicas e ingredientes, que no sería posible cubrir en el mismo tiempo con todos los alumnos cocinando.
En los talleres o clases participativas cocinaráas en pequeños grupos o por turnos, según el profesor determine cuál es la mejor manera de llevar a cabo la clase.
Solo las ganas de aprender y pasarlo bien.
Si quieres traer uno que te gusta en particular, por nosotros no hay inconveniente, pero no es necesario ya que nosotros, te prestamos o damos uno.
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El énfasis en Alambique está en el aprendizaje y en poder replicar en un futuro lo que has aprendido en nuestros cursos. Es tu elección el probar lo que se ha hecho.
Por los comentarios que recibimos, nuestros clientes salen de clase satisfechos, pero queremos dejar claro que el énfasis no esta en este aspecto, si no en que puedas replicar sin problema lo que has aprendido en clase.
En las clases de cocina habitualmente se ofrece vino blanco y vino tinto. En las clases de repostería ofrecemos té, café, chocolate o vino dulce, dependiendo de la temática de la clase.
Estamos encantados de entregar un certificado de asistencia firmado por el profesor a todo el que lo solicite.
¡Claro que sí! Puede apuntarse si tiene 13 o más años y le gusta la cocina.
Depende de la clase. En cada una de las clases indicamos la edad más recomendada. La mayoría de las clases de cocina para niños de nuestra escuela están indicadas para edades entre 8 y 12 años.
En cada uno de los cursos indicamos el nivel del mismo para que cada uno pueda elegir el curso correcto adaptado a sus conocimientos y experiencia.
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En los talleres de panes sí. En el resto de cursos cocinarás en equipo con otros participantes.
